Poemas en la Alhambra y Generalife (I)

Bienvenidos de nuevo a este vuestro sitio después de un período vacacional. Durante esta semana se está celebrando en Granada la XVIII Feria del Libro en Puerta Real, del 17 al 26 de abril, y para celebrar este acontecimiento voy a dedicar una serie de entradas a poemas que aparecen en las paredes de la Alhambra. La Alhambra habría que considerarla como un libro y como tal voy a tratarla, cada estancia podría considerarse como una hoja de ese libro y en ella nos explica su historia. En sus paredes no sólo aparecen alabanzas a Alá, si no también bellos poemas escritos por los poetas de ese tiempo. Pondré poemas de cuatro estancias y las adornaré con las fotos realizadas en el lugar, quizás no sean las típìcas algunas, pero no por ello dejan de mostrar la belleza del recinto.
Para comenzar hablaré del Palacio de Comares, este bello poema está en una de las estancias del Palacio, concretamente en una de las tacas de la entrada de la Sala de la Barca. Las tacas eran huecos donde se situaban unas jarras de agua.El poema dice así:

Palanquín de una novia soy perfecto y bello.

Mira mi aguamanil y sabrás que verdades digo.

Con atención, contempla mi corona, diadema de creciente luna parece.

Ibn Nasr es el hermoso sol del reino que esplende y brilla.

¡En su elevado rango permanezca, que no conozca el ocaso!

Espero que os haya gustado este pequeño homenaje a esta zona de la Alhambra tan bonita. En la próxima entrada pondré un poema que trata sobre el Partal. Hasta la próxima.

Un saludo para tod@s.