Poemas en la Alhambra y Generalife (y IV)

Hoy llega el último día de la Feria del Libro de Granada, todos recogerán sus puestos llenos de libros cada uno con su historia y su magia propia. Pero lo bueno es que la feria volverá el año que viene con muchas novedades y muchos puestos llenos de libros y muchas historias que contar. Este año ha ocupado bastante extensión, desde la Fuente de las Batallas hasta el Paseo del Salón, más o menos de largo unos 500 metros en línea recta, lo que es mucho para una ciudad ‘pequeña’ como Granada. Están representadas muchas librerías de la ciudad, editoriales como la de la Universidad de Granada, La Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Granada, y otras editoriales interesantes, además han estado escritores presentando sus libros y firmándolos en el puesto de información de la feria.
También finaliza hoy mi serie de poemas dedicados a la Alhambra y el Generalife. Tras un paseo por el libro que es la Alhambra hemos llegado al último capítulo, el dedicado al Generalife, de donde ya hablé en una visita nocturna, concretamente aquí. Muestro un par de fotillos de día para que también se aprecie que tanto de día como de noche el lugar es maravilloso.
Como dije antes voy a finalizar con un poema dedicado al Generalife, el cual está situado en el arco de entrada. El poema dice así:

Alcázar eres sin par en perfección y belleza , sobre ti la majestad del sultán se destaca.

Destella su luz, brillan sus hermosuras, cuando las nubes de su generosidad vierten la lluvia

manos de aristas bordaron sobre sus muros

encajes que flores del jardín semejan.

De belleza suma, el salón es como novia adornada en la comitiva nupcial.

Cumple a su dignidad, de singular grandeza, que lo guarde con cuidado el Califa del Clemente,

Abu-l-Walid, el noble, el mejor monarca, honra y prez de la clara estirpe de los reyes de Cahtan,

émulo de sus muy puros ancestros,

los protectores de lo mejor que dio la estirpe de Adnan.

Él le otorgó protección tal que renovó estancias y aposentos, en el año

de la ayuda de Dios a la fe que fue un grande prodigio de nuestra religión.

Habite en ti la felicidad eterna. Luz te dé la virtud, sombra de la paz.

Y con este precioso poema pongo punto y final a este libro que es la Alhambra, espero que haya sido de vuestro agrado y que os haga crecer las ganas de visitarla y de descubrir las muchas historias que esconde. Seguiré con otras entradas relacionadas con este maravilloso lugar, así que no desconectéis y manteneos sintonizando este canal. Un saludo a tod@s.